jueves, 13 de noviembre de 2008

Simplemente dar ...

Es muy difícil darse cuenta hasta cuanto puede dar una persona, obviamente no estoy hablando de algo material sino mas bien todo lo contrario.

Donde se encuentra la medida de dar. Dar mucho, dar poco. Dar lo que uno quiere. Dar lo que el otro necesita.

Estoy absolutamente convencida que no creo en la caridad, entendiendo por caridad dar sin recibir nada a cambio. Porque entiendo que minimamente esperamos algo de vuelta, aunque solo sea un simple gracias, esperamos esa retroalimentación que genera vinculo, relación. Ese ida y vuelta que se produce cuando uno proyecta a futuro una relación en todo aspecto.

Ultimamente me convenzo con la idea de que hay quienes no pueden dar mas de lo que dan, aunque esto resulte poco creíble, no sea lógico o creamos que no sea posible dentro del ámbito en el que se da, no hay mucha vuelta - no pueden dar mas de lo que dan. -

Una vez que damos por sentado que no es una cuestión de egoísmo sino una carencia en el dar, de ahí en mas solo resta comprender que no se puede esperar mas de quien no puede dar, llegando a una ecuación casi perfecta y lógica sin dejar de ser dolorosa.

Y vuelvo al tema del feedback en las relaciones, eso que hace que uno absorba del otro y viceversa.

En la relación madre-hija siento que esas idas y vueltas son enriquecedoras, potentes y casi perfecto el dar y el recibir. Siento que a veces, con motivos validos se puede dar mas de lo que uno puede dar y se puede recibir mas de lo que uno cree que esta capacitado o merecería. Siento que la maternidad es uno de esos motivos validos, es una instancia generadora de sentimientos quizás latentes hasta este momento.

Pienso también que no todo el mundo esta capacitado para afrontar este tipo de relaciones afectivas que generan vinculos dependientes, amorosamente necesitados, cariñosamente sostenidos.

Felices aquellos que hemos podido descubrir y alimentar ese vinculo día tras día.

Felices lo que nos hemos podido conectar con nuestros instintos primarios en afectos.

Felices los que como yo hemos podido sacarle y retribuirle el mejor de los provechos al ser madre.


Mónica

9 comentarios:

Anónimo dijo...

y Felices los que entienden que hay gente que no puede dar mas de lo que da y no sufrir .
Que mochila me sacaria !!!!!
Entender que a pesar que yo he descubierto una capacidad enorme e infinita de dar amor hacia mi hija , haya mamas o papas que pongan tantos intereses egoistas delante de sus hijos .Reconocer que hay padres , abuelos , tios , familiares que pueden no tener la misma capacidad de dar .... y no sufrir .
Cuanto mas liviano seria !!!!!
Cuantas arrugas menos tendria ...
Gaby

Mamás y Embarazadas Famosas dijo...

Es asi, uno siempre espera algo a cambio, aunque sea solo un gracias, un mimo, un caramelo... no importa, algo que nos haga sentir que valió la pena nuestro acto... asi somos los seres humanos y no esta mal, porque dar sin recibir nada habla mal del que recibió y fue tan tacaño (de dinero, de afectos, de tiempo) que no se dio cuenta de lo valioso que es recibir algo del ser viviente mas egoísta del mundo.

Besotes y gracias por lo que pones, me hace pensar todos los días un poco mas!

London dijo...

El vínculo madre-hija es lo más bonito que pude descubrir.

Mi vínculo con mi madre es genial pensaba que no podía ser mejor, y cuando fui madre descubrí que podía ser maravilloso. Y es que sólo una mirada, un sonrisa o un gesto pueden ser tremendamente reparadores y hacerte ver que todo el esfuerzo tiene sentido y que merece la pena.

Un beso enorme Moni me encantó tu post

Verónica Tirados dijo...

Y, creo que en ese vínculo la retroalimentación se nos muestra tan clara.
Vamos generando desde nuestra forma de darle a los hijos una forma de dar en ellos..un círculo, un camino...lindo, placentero..
Beso.
Vero

Marina dijo...

Qué lindo Moni... tan cierto todo lo que decís... felices los que podemos encontrarle la vuelta a esta relación tan perfecta de la maternidad...

Y es lamentable que muchos den esperando algo a cambio, no solamente un gracias como vos decís, porque entonces eso que dan no tiene el mismo valor, no llena el alma como con otras personas que dan hasta "partirse al medio", por la alegría misma de dar...

Me encanta todo lo que escribís...

Besotes!

Realmarce dijo...

Coincido. Sin embargo: alguna es mama de una adolescente. A veces se hace complicado. Yo entiendo el dar sin esperar nada cambio, pero llega un moemento en que nada alcanza...es dificil. Ayer una mujer mas grande me dijo: a los 25 años vuelven a conectarse con la madre.. a seguir esperando

Unknown dijo...

Que preciosas palabras Moni, creo que todos esperamos algo a cambio cuando damos, sin importar lo mínimo que sea ese feedback, por eso me genera muchísima admiración las personas que dan sin esperar nada, pero nada, a cambio (hay pocas persona así pero las hay).
El vinculo madre-hija a mi, entre millones de cosas, me generó eso, dar sin esperar nada, siento una necesidad muy placentera de darle cosas, me fluye darle a mi hija amor, contención, brazos, etc y eso se siente MARAVILLOSO!!!!

Besos Moni!

Johana dijo...

Bueno Moni...como que sere la nota discordante...por que me parece que hay un punto que se contradice cuando dices que no crees en el dar sin esperar nada a cambio...pero es que eso precisamente no hay otro lugar donde se de mas que en una relacion madre-hijo. Por que aunque ahora recibes una hermosa retroalimentacion de tu hija, podria jurar que el dar amorosamente a tu hija seguira constante aunque su retroalimentacion para ti no sea igual.
Pienso en esas madres que tienen hijos que han salido "malos", que han tomados caminos errados...sus madres viven para dar desinteresadamente..aunque no reciban nada bueno a cambio.

Bueno..yo parloteando un poco...asi veo las cosas.

Un abrazo,

Monica dijo...

Johana: tenes razon, pescaste la contradiccion en el escrito. En realidad me referia mas a gente ajena que era mas o menos de lo que hablaba el post con la que uno pone esa barrera del no dar sin recibir.
Es cierto, de los hijos uno no espera nada, ellos solo retribuyen.
Un beso grande.
moni