Hay que poner limites ...

Y si , hace ya casi cuatro meses que debería haber aplicado todo lo leído en los cientos de libros de maternidad, embarazo y crianza comprados, prestados, hojeados.

Hoy mi hija se comió el pelotero, así como suena, un bonito pelotero de castillo de princesa con música medieval y campana con cascabel fue atacado por su reciente dentadura de leche completa; y por mas que esto resulte entre gracioso e increíble, pues no lo es.
Y entonces, es cuando mama vuelve a hojear incansablemente todos los capítulos relacionados con poner limites. Y no es que no hallamos probado todas las opciones y métodos ofrecidos, es que algo pasa y primero deberíamos saber que es.

Teoría 1 : Padres culposos que se limitan a no poner limites - No estoy nunca y cuando estoy tengo que ponerle limites ? -

Teoría 2 : Mi hija no maneja el castellano, por lo cual no entiende los limites que le pongo.

Teoría 3 : Mi hija es sorda.

Hemos podido comprobar que las dos ultimas teorías quedan descartadas, con lo cual, mal que nos pese, la teoría 1 comprueba cual es el problema a resolver.

En base a esto hemos podido ver un par de soluciones entre las miles que se nos presentaban:

Solución 1 : Encontrar un bonito y riguroso reformatorio en ves de un jardín de infantes.

Solución 2 : Hacernos cargo de nuestros errores sin resguardarnos en nuestros problemas.

Nuevamente volvemos al comienzo, y es así que no podemos poner limites.

Exceso de amor ? Sobreproteccion ? Y no lo se, puede ser todo esto y mucho mas. Quizás estaría bueno dejar tanta recomendación de libros y ver que nos nace hacer frente a estos dilemas, desde adentro, desde las ganas de criar niños felices, niños libres, niños seguros. Y si algún día es un reto, pues sera eso solamente, sin culpa y cargo de nada; mañana seguramente sera un halago o una felicitación y así una sucesivamente. Eso si, creo que llevar todo esto a la practica, me tomara un tiempo, mi recomendación: Mantener todos los peloteros fuera del alcance de mi hija.

Mónica